Los argentinos somos conocidos en el
mundo por muchas cosas. Fangio, Gardel, Maradona, el tango, el corralito...
pero también por el mate y por el dulce de leche. Es argentino... y tiene
exactamente 174 años.
En el museo histórico de la nación, y en un manuscrito de puño y letra de
Juan Manuel de Rosas... se cuenta el origen de nuestro famosísimo dulce de
leche.
En 1829, en Cañuelas que es una localidad que está a 65 kilómetros de la
Capital Federal, se reunieron en la estancia de Rosas éste y su archienemigo
el unitario Juan Lavalle. Lavalle no sólo era enemigo político de Rosas...
sino que eran primos lejanos.
Como Lavalle llegó antes de lo
pactado, se recostó en una cama, y se quedó dormido, rendido por el
extenuante viaje. Una criada que preparaba al fuego la "lechada"
(leche con azúcar) matutina, para cebarle mate de leche a su patrón, al ver
la actitud del enemigo del "Restaurador", alborotada fue a dar
aviso a los guardias. Al llegar Rosas, dejó que Lavalle descansara un buen
tiempo más, y cuando éste despertó, pidió que les cebaran el mate de leche.
En ese momento la criada tomó conciencia que no había prestado más atención
de la leche azucarada que continuaba hirviendo desde temprano.
Cuando fue a buscarla encontró que se
había convertido en una sustancia espesa y marrón oscura. Llorosa fue a
plantearle a Rosas lo sucedido, y don Juan Manuel probó lo que había en el
recipiente aún humeante, le agradó el gusto, lo convidó a su enemigo
político... y de ahí en más se conoció este fruto de la casualidad como Dulce
Criollo... que fue el nombre con que lo bautizó el Restaurador de las Leyes y
que más adelante iba a ser conocido como Dulce de Leche pilar de la industria
láctea argentina. Su espaldarazo y presentación al mundo ocurrió casi 100
años después, en 1921, cuando se celebró en Washington la Primera Exposición
Regional de Lechería…
El resto es historia conocida ya que
rápidamente nuestro Dulce de Leche conquistó un lugar predominante en los
paladares exigentes de todo el mundo.
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